
Placeres como ríos está compuesto por tres capítulos dentro de los cuales se desarrollan asuntos relacionados con múltiples formas de placer físico y espiritual, pero también con el tiempo y la "mundalidad", evocando expresiones poéticas como las de Francisco de Quevedo, Borges, Gorostiza y Walcot, pero también narradores como Wilde, Cundera y Sabato.
"Pueblo de Santiago, Xochimilco", "Bosque de Chapultepec", "Jonás muchos peces después", "De pubis y pubis", "Hotel Galveston", "Reino de la humedad" y "Matusalén de visita" son algunos de los poemas incluidos cuyos contenidos van desde la especulación, la recreación de personajes del dominio popular así como reflexiones en torno a la temporalidad del cuerpo.
"De tus peores enemigos: la humedad –hipócrita lectora de nuestras inscripciones privadas–. Su aparente inocencia le permite acceder a pensamientos, planes de traición, deseos. Todo lo inaccesible se abre a su paso. Hasta el futuro cede a sus caprichos de salomeica ramera capaz de cortar nuestras cabezas", dice uno de los poemas.
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